Tuesday, March 16, 2010

LA RESISTENCIA

En 1966 mis padres me enviaron a estudiar al pequeño pueblo de Deer Park, en el estado de Washington, en Estados Unidos. Un pueblo de 3mil habitantes cuya escuela secundaria (high school) tenía el peor equipo de fútbol “americano” del noreste de ese estado. Hacía una década que no ganaba un solo juego.

Entonces se mudó a Deer Park un señor, ya mayor y retirado, con muchísimo dinero y amante del fútbol “americano”. Visitó la comarca y decidió que era allí donde quería echar los últimos años de su vida.

Como era un hombre de fortuna, se propuso hacer del equipo de fútbol un equipo triunfador y para eso contrató, con su propio dinero, al Coach Max Sánchez, de origen hispano, quien – ya retirado – había sido entrenador de fútbol en una pequeña universidad del estado de Illinois, en el centro del país.

Mr. Sánchez llegó a Deer Park High School en 1967, donde fue recibido por el pueblo como un héroe. Todos los muchachos quisieron inscribirse en el equipo de fútbol, entre ellos yo.

El nuevo “coach” introdujo unas técnicas jamás vistas por los antiguos futbolistas del colegio. En aquellos tiempos todos llevábamos el pelo largo y vestíamos como los hippies. Él nos hizo rapar el pelo al estilo militar y nos obligó a que fuéramos a clases de saco y corbata, pues nos teníamos que diferenciar de aquel lote de “perdedores”, como él le llamaba al resto de la población estudiantil.

Por supuesto, los entrenamientos eran terribles, con ejercicios nuevos y tremendamente exigentes. Mandó a comprar una cámara de 16mm (con rollos en blanco y negro) y nos filmaba en el campo de práctica. Jamás sacó del equipo a un solo muchacho, por muy mal que jugara, pero nos obligaba a encontrar errores en cada uno de nosotros, mientras observábamos, todos los jueves después de clases, las películas que nos filmaban en los entrenamientos.

Max decía que era más importante fijarse en nuestros errores que en nuestras virtudes, como deportistas… como jugadores de fútbol “americano”, un juego que requiere de una estrategia militar.

El Coach Sánchez despreciaba tanto el optimismo como el pesimismo. Él nos enseñó a buscar la victoria dentro del realismo. Muy pronto nos demostró que LA REALIDAD era que nos habíamos convertido en un equipo estupendo. De no ganar un solo juego, comenzamos a ganarlos todos, dentro de nuestra liga, que era la más pobre de todas, donde se medían los colegios más pequeños del estado.

En el “medio tiempo” de los juegos de fútbol “americano”, ambos equipos se retiran a los vestuarios para escuchar las recomendaciones del “coach”. Cuando íbamos ganando en el primer tiempo, Max nos caía encima de una manera brutal. A aquellos que habían anotado tantos a favor de nuestro equipo, les formaba un escándalo, preguntándoles si se sentían unas “prima donas”. A Mr. Sánchez no le gustaba el “triunfalismo” y menos, cuando todavía quedaba la otra mitad del partido por terminar de jugar.

Por el otro lado, si íbamos perdiendo, nos daba ánimo. Nos recordaba que éramos el mejor equipo de la región. Nos pedía que nos revisáramos internamente y buscáramos dentro de nosotros mismos esa fuerza que él sabía existía en cada uno de nosotros, “sus muchachos”.

Durante muchos años, uno de los pastores del pueblo, Mr. Harold, nos llevaba en autobús desde el colegio hasta el campo de juego. Antes de bajarnos del autobús, nos pedía que bajáramos nuestras cabezas respetuosamente, para pedirle a Dios que nos diera la victoria. Jamás Dios nos hizo caso… debe ser porque el Todopoderoso se ocupa de cosas más importantes que darle la victoria a un determinado equipo en un juego de fútbol, en el lejano estado de Washington, de Estados Unidos de América.

Una de las primeras decisiones que tomó Mr. Sánchez, fue eliminar esa práctica religiosa, antes de cada juego. Nos dijo que Dios nos había hecho una máquina de competencia, tanto mental como física y que lo menos que nosotros podíamos hacer por Él, en profundo agradecimiento, era demostrarle que habíamos aprovechado esa capacidad combativa que nos dio, para hacernos con la victoria. Dios, según Max, esperaba de nosotros el máximo esfuerzo y, según Mr. Sánchez, se sentía muy disgustado cada vez que le pedíamos que fuese Él quien nos diera la victoria, sin que nosotros nos esforzáramos para obtenerla: “¡ayúdate, que yo te ayudaré!”

La victoria teníamos que obtenerla con el ESFUERZO COLECTIVO del equipo, como un ente monolítico. Mr. Sánchez odiaba el individualismo y el protagonismo. Decía que no había manera de vencer a un equipo unido, trabajando en perfecta coordinación física y mental.

Fueron muchas las experiencias que vivimos en torno a Mr. Sánchez. Esos conocimientos que recabé durante mis tres años como jugador de fútbol en el Deer Park High School, bajo la sabia y experta tutela de Mr. Max Sánchez, nuestro “coach”, los apliqué luego en mi vida adulta, en todos los ámbitos de mi existencia.

Para terminar esta historia larga, les diré que en el año de 1967, luego de una primera temporada en la que jamás perdimos un juego, llegamos al torneo estatal, donde nos teníamos que medir con colegios que tenían más estudiantes que nuestro pueblito de Deer Park. Terminamos “co-campeones”, es decir: quedamos tablas. Max nos mando a hacer unas bellísimas chaquetas de futbolistas, que tenían bordadas en la espalda las siguientes palabras. “Deer Park Football Team – 1967 Co-Champs – Washington State.”

Regresamos al pueblo como regresan los héroes después de vencer una guerra. Increíblemente, luego de nuestra victoria en el campo de fútbol, Deer Park experimentó un “boom” inimaginable. Todo el mundo quería vivir en él y poner a sus hijos en el equipo. Incluso, aquellos que solamente tenían hijas, querían que ellas formaran parte del equipo de “cheer leaders”. Las ventas de terrenos se dispararon, el empleó se disparó a niveles jamás vistos. Mr. Hyde, el señor que había hecho posible la contratación de Max, invirtió en el pueblo, construyendo un automercado (supermarket) al estilo de Nueva York.

El ejemplo fue seguido por el director de la banda del colegio, Mr. Fisher (quien acaba de fallecer en febrero de 2009) la cual llegó a ser invitada, en 1976, para abrir el desfile de los 200 años de Estados Unidos como nación, un magno evento que se llevó a cabo en Philadelphia, al otro extremo del país.

Mr. Max Sánchez sabía lo que hacía, nosotros no. Logró que nos pusiéramos en sus manos y nos llevó a la cúspide. El Dr. Gene Sharp, fundador y director del Instituto Albert Einstein de Boston, sabe – evidentemente – lo que debemos hacer para llevar a cabo una estrategia de resistencia cívica, no-violenta, para derrocar dictaduras modernas. El Dr. Sharp es considerado el padre de la “Resistencia Moderna.”

Hugo Chávez se puso en manos de Fidel Castro, su asesor. La “oposición” venezolana ha demostrado improvisar sobre la marcha, de ahí la morena que nos lleva el régimen, con el asesoramiento de un tutor con MÁS de medio siglo de experiencia. Para cuando le vengamos a agarrar las señas a Chávez, estaremos listos para entrar en el Reino de los Cielos… y será entonces cuando podremos comenzar a ver un poco de luz, al final del túnel.

Así como el sátrapa de Sabanetas tuvo su mentor, la oposición venezolana pudo haber tenido el suyo, a quien no le tendríamos que mandar petróleo ni dinero. El enemigo sabe cómo implementar tiranías y mantenerlas eternamente: el Dr. Sharp sabe cómo deponerlas, eficazmente y de la manera más segura e incruenta posible.

La palabra “resistencia” tiene tantas interpretaciones como intérpretes. En Venezuela, esa palabra no ha encontrado su real significado. Así hemos visto, en la Venezuela de Chávez, varios movimientos “de resistencia”, que de resistencia solamente han tenido el nombre.

Claro. Para subsistir en un régimen castro-estalinista hay que tener mucha resistencia, pero un tipo de resistencia muy diferente a la que trata este capítulo. Aquellos que ya no pueden resistir más en Cuba, se lanzan al mar en una llanta de camión, a expensas de que se los coman los tiburones, o se los trague el “Estrecho de La Florida”. Ese es otro tipo de resistencia.

La resistencia moderna nace a partir de los postulados “pacíficos” de Mahatma Gandhi, pero así como las dictaduras han mutado, ha mutado, también, la estrategia de Gandhi.

En primer lugar, debemos diferenciar dos conceptos muy similares, pero absolutamente diferentes: pacifismo y no-violencia. El pacifismo es una forma de vida, la no-violencia es una estrategia de lucha.

Si vamos a comparar la no-violencia con “algo”, lo podríamos hacer comparándola al judo, donde el judoca emplea la fuerza del contrario para derribarlo y derrotarlo. A través de la no-violencia se pelea… se pelea con otras tácticas.

Contrariamente a lo que muchos venezolanos piensan, los cubanos anti-castristas echaron la pelea a más no poder. En ese intento fueron traicionados una y mil veces. La guerra que se decidió en Cuba, para sacar a Castro del poder, fue una guerra frontal, violenta, donde los anti-castristas no tenían la forma de vencer… y fueron derrotados, no sin antes – repito – haber echado la pelea y de haber puesto decenas de miles de muertos y cientos de miles de presos políticos.

Si vemos, en las dictaduras “modernas”, la violencia ha quedado en un segundo plano. Me refiero a la violencia-violencia, estilo Castro, con paredón y todo. Vemos una violencia solapada. Si hay que matar, que sea “el hampa” quien lo haga. Estas dictaduras o, como a mí me gusta más llamarlas: tiranías, llegan ahora al poder mediante los votos populares y se mantienen en él empleando el engaño y la trampa, con la ayuda de muchos elementos, como la confección de una oposición falsa, genuflexa, apátrida, traidora, cómplice y conchupante.

En la medida en que ejerzamos la violencia, seremos derrotados, porque, como dijo Chávez, esas revoluciones son “pacíficas”, pero armadas.

Preparar a un pueblo para la guerra es una tarea dura. Requiere de mucho tiempo y de un gran caudal de dinero. La resistencia no-violenta, con muchas más probabilidades de éxito, reduce el tiempo de preparación y cuesta muy poco. La resistencia no-violenta en Serbia se inició con 10 computadoras usadas y una impresora de la generación más antigua… pero con muchos deseos de triunfar, por parte de aquella docena de muchachos que se puso en las manos del Dr. Sharp, luego de haber leído y asimilado el contenido del famoso ensayo, “De la Dictadura a la Democracia”, que tanto hemos mencionado en este libro y que puede ser bajado de la Internet, en español y de manera gratuita, en la siguiente dirección:

http://www.aeinstein.org/organizationsd1ee.html

Claro que hay que leerlo y luego de asimilar su contenido, aplicarlo a la realidad venezolana, pero en su esencia, el paquete ya está listo.

Revisemos un poco su contenido. Podemos comenzar en este punto, el Dr. Sharp se está refiriendo a esa perniciosa “depresión colectiva” en la cual suelen caer los pueblos bajo una dictadura:

“El resultado es predecible: la población se ha vuelto débil, carece de confianza en sí misma y es incapaz de ofrecer resistencia alguna. Las personas por lo general están demasiado asustadas para compartir su odio por la dictadura y su hambre de libertad ni aún con su familia y amigos. Están, en frecuencia, demasiado aterrorizadas para pensar en serio en la RESISTENCIA popular. De cualquier manera, ¿de qué iba a servir? En vez de esto, asumen el sufrimiento sin objetivo y un futuro sin esperanza.”

Es importante recordar que los pueblos, todos, piensan que las tiranías son INVENCIBLES. Dentro de ese estado anímico colectivo, es muy poco lo que se puede hacer. Es IMPERATIVO eliminar ese sentimiento generalizado de derrota. Uno de los ejemplos más claros que tenemos para desmontar esa falsa creencia, es la “Toma de Moscú” por parte de un puñado de moscovitas en el año de 1991, acompañados por Boris Yeltsin, quien terminó siendo el primer presidente electo por decisión popular en Rusia, aunque todavía ese país pertenecía a la Unión Soviética, la cual dejó de existir en diciembre de ese mismo año. Es necesario acotar que Yeltsin se SUMÓ a la sublevación, no la sublevación a Boris Yeltsin. El liderazgo, en un principio, fue COLECTIVO. En escenarios distintos, el “yeltsin” puede venir de las propias entrañas del estamento militar, lo que se conoce como “IMPLOSIÓN”. En su mayoría, es la EXPLOSIÓN del colectivo lo que atrae al líder que la capitaliza o al grupo de militares que se suma a ella.

Es, todavía, más importante recordar que Moscú, la capital del “imperio soviético” para entonces, con más de 16 millones de habitantes para la época, fue “tomada”, en su inicio, por no más de 20mil moscovitas, aunque luego se les sumaron un par de cientos de miles de ciudadanos capitalinos… lo que demuestra que las sublevaciones cívicas no tienen – necesariamente – que contar con la MAYORÍA de la población. Demuestra otro factor tremendamente importante: LAS TIRANÍAS NO SON INVENCIBLES.

“Los dictadores generalmente hacen caso omiso de las barreras constitucionales y legales, las decisiones judiciales y la opinión pública. Reaccionando a las brutalidades, la tortura, las desapariciones, las muertes, se entiende que todo esto ha hecho pensar al pueblo que sólo por la violencia se puede acabar una dictadura.”

“Al depositar la confianza en los medios violentos, se ha escogido precisamente el modo de lucha en el cual los opresores casi siempre tienen la superioridad. Los dictadores pueden aplicar la violencia irresistiblemente.”

“Bajo una dictadura las ELECCIONES no se pueden usar como instrumento para un cambio político significativo. Algunos regímenes dictatoriales, tales como los del antiguo bloque oriental dominado por la Unión Soviética, simularon elecciones sólo con el propósito de aparentar ser democráticos. Pero estas elecciones eran simples plebiscitos rigurosamente controlados, para obtener la aprobación pública de los candidatos escogidos por los dictadores.”

“Estos (los dictadores), de cuando en cuando, debido a la presión a que están sometidos, podrían tal vez aceptar nuevas elecciones, pero éstas estarían manipuladas para colocar marionetas civiles en los puestos de gobierno. Si a los candidatos de la oposición se les hubieran permitido concurrir a elecciones y hubieran sido electos como ocurrió en Birmania en 1990, o en Nigeria en 1993, los resultados habrían sido simplemente ignorados y los supuestos vencedores habrían estado sujetos a intimidación, arrestados o hasta ejecutados. Los dictadores no están interesados en unas elecciones que puedan apartarlos de su trono.”

“Muchas personas que actualmente están padeciendo bajo una dictadura, o que han tenido que exilarse para escapar de sus garras, no creen que los oprimidos puedan liberarse por sí mismos. Ellos no esperan que su pueblo pueda ser liberado sino por la acción de otros. Ponen su confianza en las fuerzas extranjeras. Creen que sólo una ayuda internacional puede ser lo bastante fuerte como para derribar a los dictadores.”

“Esa visión de que los oprimidos son incapaces de actuar eficazmente es algunas veces correcta por tiempo limitado. Como hemos apuntado, con frecuencia la población sometida no quiere la lucha y está temporalmente incapacitada para ella, porque no tiene confianza en su propia capacidad de enfrentar la feroz dictadura y no ve una manera razonable de salvarse por su propio esfuerzo. En consecuencia, no es extraño que confíe sus esperanzas de liberación a la acción de otros. Las fuerzas externas pueden ser: la “opinión pública”, las Naciones Unidas, un país en particular o sanciones internacionales económicas y políticas.”

“Una situación así puede parecer consoladora, pero existen graves problemas en cuanto a la confianza depositada en un salvador foráneo. Esa confianza puede estar puesta en un factor totalmente errado. Por lo general, no van a llegar salvadores extranjeros. Si interviene otro estado, probablemente no deba confiarse en él.”

“Hay unas cuantas ásperas realidades con respecto a esa confianza en la intervención extranjera que habría que destacar aquí.”

“Con frecuencia los estados extranjeros tolerarán o ayudarán, inclusive, a la dictadura, a fin de avanzar sus propios intereses económicos y políticos…”

“Los estados extranjeros podrían involucrarse activamente para fines positivos sólo cuando hubiere un movimiento interno que ya haya comenzado a sacudir la dictadura y logrado que la atención internacional se enfoque sobre la índole brutal del gobierno.”

“Por lo general, la causa principal que explica la existencia de las dictaduras es la distribución interna del poder que existe en el país. La población y la sociedad son demasiado débiles para causarle un problema a la dictadura; la riqueza y el poder están concentrados en muy pocas manos. Aunque las acciones internacionales pueden beneficiar, o de alguna manera debilitar a los dictadores a lograr sus metas.”

“Los demócratas deben desconfiar de las trampas que los dictadores les pueden tender con pleno conocimiento de causa durante un proceso de negociación.”

“El llamado a negociar, cuando se trata de cuestiones fundamentales de las libertades políticas, puede ser un esfuerzo por parte de los dictadores para inducir a los demócratas a rendirse pacíficamente, mientras que la violencia de la dictadura continúa. En semejantes conflictos, las negociaciones solamente podrán jugar un papel apropiado al final de una lucha decisiva, en la cual el poder de los dictadores haya sido destruido y estén buscando pasaje seguro para llegar a un aeropuerto internacional.”

“Una variedad de motivos y objetivos subyacen la dominación de los dictadores: poder, posición, riqueza, la reestructuración de la sociedad y más. Uno debe recordar que ninguno de éstos será satisfecho si abandonan sus puestos de control. En caso de negociar, los dictadores tratarán de preservar sus objetivos.”

“Cualesquiera que sean las promesas que los dictadores ofrezcan en un acuerdo negociado, uno no debe olvidar que ellos son capaces de prometer cualquier cosa con tal de lograr el sometimiento de las fuerzas opositoras democráticas y después descaradamente violar esos mismos acuerdos.”

“Si los demócratas acuerdan parar la resistencia a cambio de un alivio en la represión, van a quedar muy defraudados. Una suspensión de la resistencia muy raramente conduce a una disminución de la represión. Cuando cesa la presión de la oposición interna o internacional, los dictadores pueden ejercer la opresión y la violencia aún más brutalmente que antes. El desmoronamiento de la resistencia popular a menudo suprime la fuerza que sirve de contrapeso y que ha limitado el control y la brutalidad de la dictadura. Entonces los tiranos pueden avanzar contra los que quieran. Porque el tirano tiene poder de obrar sólo donde se carece de fuerza para resistir, dijo Krishnalal Shridharani.”

“En los conflictos donde cuestiones fundamentales están en juego, la resistencia – no las negociaciones – es lo esencial para el cambio. En casi todos los casos, la resistencia debe continuar hasta que los dictadores sean expulsados del poder.”

“El triunfo lo determina con más frecuencia, no la negociación de un arreglo, sino el uso acertado de los métodos de RESISTENCIA más apropiados y poderosos posibles.”

“A menudo Hitler llamó a la paz, pero lo que quería era el sometimiento a su voluntad. Por lo general, la paz de los dictadores no es sino la de la prisión o la tumba. Es más, los negociadores democráticos o los especialistas extranjeros aceptados para asistir a los negociadores, pueden, de un solo plumazo, dotar a los dictadores de una legitimidad doméstica e internacional que previamente se les había negado a causa de haberse apoderado del estado, las violaciones de los derechos humanos y las brutalidades cometidas. Sin esa legitimidad tan desesperadamente necesitada no pueden los dictadores continuar gobernando indefinidamente. Los representantes de la paz no deben suministrarles esa legitimidad.”

“La dictadura de Marcos en Filipinas cayó ante el empuje del pueblo en 1986. El gobierno de los Estados Unidos abandonó rápidamente al Presidente Marcos cuando la fuerza de la oposición se hizo patente.”

“El grado de libertad o tiranía que existe bajo cualquier gobierno es en gran medida un reflejo de la relativa determinación de los súbditos de ser libres y de la voluntad y capacidad de éstos de ofrecer resistencia a los esfuerzos que el gobierno haga por esclavizarlos.”

“El poder totalitario es fuerte sólo si no tiene que ejercerse con mucha frecuencia. Si el poder totalitario tiene que imponerse sobre toda la población y en todo momento, no es probable que se mantenga vigoroso por mucho tiempo.”

“Algunas tácticas de lucha no violenta requieren que la gente realice actos que no están relacionados con su vida normal, tales como volantear, manejar una imprenta clandestina, ponerse en huelga de hambre o SENTARSE A MEDIA CALLE.”

“La dictadura puede ser inevitable. La frustración y el odio contra el régimen pueden explotar violentamente. O bien, ciertos grupos pueden no estar deseosos de abandonar el uso de medios violentos aún cuando reconozcan el importante papel de la lucha no violenta.”

“La historia indica que aún cuando se espera que haya víctimas, tanto muertos como heridos, en el desafío político las habrá en número mucho menor que las que se producirían en la contienda armada.”

“La lucha no violenta requiere de la pérdida del miedo y un mayor control sobre sí mismo, por una parte, y tiende a producir este efecto frente al gobierno y su represión brutal. Esa pérdida del miedo, o el control sobre sí mismo, es un elemento clave para destruir el poder que los dictadores tienen sobre la población en general.”

“La resistencia no violenta, disciplinada y valiente, frente a la brutalidad de los dictadores, puede producir desazón, descontento o desconfianza y, en situaciones extremas, hasta el amotinamiento entre los propios soldados y el personal al servicio de la dictadura. Esta resistencia también puede dar lugar a que aumente la condena internacional de la dictadura.”

“Las fuerzas militares del adversario pueden volverse tan poco confiables que ya simplemente no obedezcan las órdenes de reprimir a los de la resistencia. Aunque los dirigentes del gobierno permanezcan en sus posiciones y sigan firmes en cuanto a sus objetivos originales, han perdido la capacidad de actuar con efectividad. A esto se le llama COERCION NO VIOLENTA.”

“En algunas situaciones extremas, las condiciones que ha producido la coerción no-violenta van aún más lejos. La dirigencia adversaria, de hecho, pierde toda su capacidad de actuar y se viene abajo toda su estructura de poder. La auto conducción, la no cooperación y el desafío de los de la resistencia se hacen tan perfectos que sus adversarios ahora carecen hasta del simulacro de control sobre ellos. La burocracia del adversario se niega a obedecer a su propia dirigencia. Las tropas de los adversarios y su policía se amotinan. Los simpatizantes y colaboradores del poder adverso repudian a sus antiguos dirigentes y les niegan derecho alguno a mandar. A partir de esto, la antigua obediencia y colaboración desaparecen. El cuarto mecanismo de cambio, la desintegración del sistema del adversario, es tan completo que éste no tiene siquiera poder suficiente para rendirse. El régimen se habrá desintegrado.”

“La experiencia de aplicar la lucha no-violenta puede hacer que la población confíe más en sí misma, en cuanto a desafiar las amenazas del régimen y la capacidad de éste para la represión violenta.”

“Para que resulte efectivo, especialmente contra una dictadura, el desafío político requiere preparación y planeación. Los probables participantes tendrán necesidad de comprender qué se espera de ellos.”

“Las campañas de desafío político contra las dictaduras pueden empezar de varias maneras. En el pasado, estas luchas casi nunca se planeaban y eran de hecho accidentales. Algunos de los agravios específicos que desencadenaron las acciones anteriores han variado notablemente, pero a menudo incluyeron nuevas brutalidades, el arresto o la muerte de una persona tenida en alta estima.”

“A veces una acción específica de parte de la dictadura ha enfurecido a la población de tal manera que ésta se ha precipitado a la acción, sin tener la menor idea de cómo podía acabar la insurgencia.”

“A veces, la falta de planificación por parte de los demócratas ha dejado las decisiones cruciales al azar, con resultados desastrosos.”

“En el futuro, la acción popular no planificada indudablemente va a jugar un papel importante en los movimientos contra las dictaduras. Sin embargo, ahora ya es posible calcular los modos más efectivos de dar al traste con una dictadura, determinar cuándo la situación política y el sentir popular están maduros y cómo decidir la manera de comenzar una campaña. Se requiere un juicio muy cauto, basado en un cálculo realista de la situación y de las capacidades del pueblo, para seleccionar la manera más efectiva de conquistar la libertad en tales circunstancias.”

“¿Por qué será que las personas que tienen la visión de traer la libertad política a su pueblo, tan raramente preparan un plan estratégico global a fin de alcanzar esa meta?”

“El patrón común es simplemente reaccionar a las iniciativas de la dictadura. Así la oposición está siempre a la defensiva, tratando de defender libertades limitadas o los bastiones de la libertad; en el mejor de los casos, demorando el avance de los controles dictatoriales, u ocasionándoles problemas a las nuevas políticas del régimen.”

“Sin análisis estratégico, los líderes de la resistencia a menudo no sabrán cuál deberá ser ese siguiente paso, porque no han pensado seriamente en los pasos sucesivos que hay que dar para alcanzar la victoria.”

“El resultado de esa incapacidad de planear estratégicamente suele ser drástico: se dispersan las fuerzas, las acciones son inefectivas, se dilapida la energía en asuntos sin importancia y los sacrificios se hacen para nada.”

“En lugar de ello, lo más probable es que le permitan a la dictadura aumentar sus controles y su poder.”

“Desafortunadamente, porque rara vez se desarrollan planes estratégicos amplios para la liberación, las dictaduras parecen ser más duraderas de lo que de hecho son. Sobreviven por años y décadas más allá de lo que podría ser el caso.”

“Al trazar las estrategias, los demócratas han de definir claramente sus objetivos y determinar cómo medir la efectividad de los esfuerzos para alcanzarlos.”

“Entre las técnicas de la lucha no violenta se incluyen docenas de formas particulares de acción (tales como los muchos tipos de huelga, el boicot, la resistencia pasiva política y otras parecidas).”

“¿Qué historial tienen los medios escogidos de haber servido para el derrocamiento de otras dictaduras?”

TÉCNICAS DE LUCHA

“Como parte de la preparación de la gran estrategia, se necesita calcular qué papel han de jugar la resistencia interna y las presiones externas en la desintegración de la dictadura. En este análisis, hemos insistido que la fuerza principal de la lucha debe provenir del interior mismo del país. El nivel que llegue a alcanzar la ayuda internacional dependerá de cuánto pueda ésta ser estimulada por la lucha interna.”

“¿Cómo puede la población que resiste persistir en el desafío y a la vez mantener la necesaria disciplina no violenta? ¿Cómo podrá la población satisfacer sus necesidades básicas durante el curso de su lucha?”

“Una vez que se ha adoptado un plan estratégico global para hacer caer la dictadura y establecer un sistema democrático, es importante que los grupos democráticos persistan en aplicarlo. En muy raras circunstancias deberá la lucha apartarse del plan inicial de la gran estrategia.”

“A pesar de las dificultades y peligros en los intentos de comunicar ideas, noticias e instrucciones de la resistencia cuando se está viviendo bajo una dictadura, los demócratas a menudo han demostrado que sí es posible hacerlo. Aún bajo los regímenes nazis o comunistas, fue posible que los de la resistencia se comunicaran, no sólo con otros individuos, sino con grandes públicos, mediante la publicación de periódicos ilegales, folletos, libros y más recientemente por medio de casetes de audio y video. Ya con la ventaja de una planificación estratégica previa, se pueden preparar los lineamientos para la resistencia y diseminarlos.” (N. del A. Cuando el Dr. Sharp escribió este ensayo, no existía la poderosísima herramienta de la Internet)

“Los planificadores de la estrategia tienen que calcular las posibles respuestas y la represión, especialmente el umbral de violencia de la dictadura de cara a las acciones de la resistencia democrática.”

“Anticipándose a la represión, los estrategas harán bien en considerar por adelantado el empleo de tácticas y métodos que contribuyan a alcanzar el objetivo específico de la campaña o la liberación misma, pero que hagan menos probable o posible una represión excesiva. Por ejemplo, las acciones callejeras y las manifestaciones contra las dictaduras extremas pueden ser muy dramáticas, pero pueden arriesgarse a dejar miles de muertos entre los manifestantes. De hecho, el alto costo que éstos paguen puede no aumentar más la presión sobre la dictadura que si todo el mundo se hubiera quedado en su casa, hubiera habido una huelga o si los funcionarios hubieran participado en un acto de no cooperación masiva.”

“¿Estarán los de la población y los de la resistencia listos para comportarse disciplinadamente y de una manera no violenta durante el curso de la lucha? ¿Podrán resistirse a las provocaciones de la violencia?”

“Los dirigentes tienen que estar siempre alerta ante la presencia de agentes provocadores cuya misión será incitar a los manifestantes a la violencia.”

“En situaciones en que la población se siente impotente y asustada es importante que las tareas iniciales para el público sean acciones de poco riesgo, que le desarrollen la confianza en sí mismo.”

“Es necesario que estos objetivos estratégicos intermedios sean alcanzables para la capacidad de poder, actual o proyectada, de las fuerzas democráticas. Esto ayuda a asegurar una serie de victorias que son buenas para levantar la moral y que también contribuyen a que se produzcan cambios incrementales en las relaciones de poder que resulten ventajosos para una lucha a largo plazo.”

“Muy al principio, los estrategas tienen que planificar por lo menos la estrategia para la primera campaña. ¿Cuáles han de ser sus objetivos limitados? ¿Cómo van éstos a ayudar a la realización de la gran estrategia? Si es posible, sería prudente formular por lo menos los lineamientos generales para una segunda y acaso hasta una tercera campaña. Todas esas campañas han de llevar a cabo la gran estrategia escogida y operar dentro de los lineamientos generales de ésta.”

“Al principio de una nueva campaña para minar la dictadura, las primeras y más específicas acciones pueden tener un campo limitado. Deben estar diseñadas en parte para probar el estado de ánimo de la población e influir en él y prepararla para continuar la lucha.”

“La acción inicial podría tomar la forma de una protesta simbólica o podría ser un acto simbólico de no cooperación limitada y temporal.”

“Ciertas acciones simbólicas como la ocupación física del territorio frente al palacio del dictador o de los cuarteles de la policía pueden incurrir en un gran riesgo; por lo tanto, no son recomendables para iniciar una campaña.”

“Haría falta calcular bien el grado de lealtad a la dictadura de las fuerzas militares, tanto soldados como oficiales y determinar si son susceptibles de ser influidas por la fuerzas democráticas.”

“¿Se podría poner en contra del régimen a muchos de los soldados y oficiales por razones personales, familiares o políticas? ¿Qué otros factores harían a los soldados y oficiales vulnerables a la subversión democrática?”

“Las tropas han de saber que la lucha va a tener un carácter especial destinado a socavar la dictadura, pero que no amenaza su vida. Tales esfuerzos aspiran en última instancia a minar la moral de las tropas del dictador y finalmente a subvertir su lealtad y obediencia a favor del movimiento democrático. Se debe intentar llegar a la policía y a los funcionarios con estrategias similares.”

“Es necesario planear cómo puede hacérseles entender a los oficiales militares que simpatizan con los demócratas que ni un golpe militar ni una guerra civil son necesarios o deseables.”

“Los oficiales simpatizantes pueden jugar papeles vitales en la lucha democrática tales como difundir entre las fuerzas militares el descontento y la no cooperación, alentando las deficiencias deliberadas y calladamente hacer caso omiso de las órdenes, manteniéndose firmes en su decisión de no reprimir.”

“El ejército es uno de los recursos de poder más importantes de los dictadores porque éstos pueden usar las unidades militares disciplinadas y su armamento para atacar directamente a la población desobediente y castigarla. Los estrategas del desafío deben recordar que va ser extraordinariamente difícil, si no imposible, desmantelar la dictadura si la policía, la burocracia y las fuerzas armadas se mantienen plenamente leales y obedientes en el cumplimiento de sus órdenes. Las estrategias orientadas a subvertir la lealtad de las huestes del dictador deben gozar de una prioridad especial de parte de los planificadores democráticos.”

“Las fuerzas democráticas no deben pedirles a los soldados y oficiales que se amotinen inmediatamente; en lugar de eso, donde sea posible la comunicación, debe aclarárseles que hay múltiples formas de “desobediencia disimulada” que sí pueden ser practicadas desde el principio. Por ejemplo, los policías o los soldados de tropa pueden entorpecer el cumplimiento de las órdenes de distribución, no acertar a encontrar a las personas buscadas, advertir a los de la resistencia acerca de las órdenes de represión que se han dictado contra ellos así como de los arrestos y deportaciones y pueden dejar de transmitir información importante para sus oficiales superiores.”

“Pueden disparar por encima de las cabezas de los manifestantes. Los funcionarios del estado pueden perder o traspapelar las instrucciones, trabajar deficientemente, o para tener que permanecer en casa hasta

“Los actos simbólicos de repudio y desafío se encuentran entre los medios disponibles para minar la moral del régimen y su autoridad política, es decir, su legitimidad. Si grandes sectores de la población practican la no cooperación, el régimen realmente se verá en serio problema.”

“Si los dictadores ya no pueden confiar en la policía y las fuerzas militares, la dictadura está seriamente amenazada.”

“El desafío político ofrece una verdadera posibilidad de victoria.”

“Los estrategas de las fuerzas democráticas pueden moverse más allá de la resistencia selectiva y lanzar el desafío masivo. Se debe involucrar a grandes sectores de la población a todos los niveles de la sociedad.”

“En algunas situaciones, la caída de la dictadura puede ocurrir extremadamente pronto, como en Alemania del Este en 1989. Esto puede ocurrir cuando las fuentes de poder le son masivamente negadas como resultado de la repulsa de la población entera contra la dictadura.”

“Cuando los dictadores tengan que enfrentarse a una población cuyo poder cada vez es mayor y al crecimiento de grupos democráticos e instituciones independientes – a ninguno de los cuales podrá ya controlar la dictadura – los dictadores se encontrarán con que su poder se está desbaratando. Los cierres masivos de la sociedad, las huelgas generales, las quedadas-en-casa masivas, las marchas desafiantes u otras actividades socavarán cada vez más la propia organización de los dictadores y la de las instituciones relacionadas con ellos.”

“Como una consecuencia de tal desafío y no cooperación ejecutados inteligentemente y con participación masiva todo el tiempo, los dictadores se quedarán sin poder y los defensores de la democracia habrán triunfado sin violencia. La dictadura se habrá desmoronado ante la población desafiante.”

“Tres conclusiones principales se derivan de las ideas bosquejadas aquí: es posible liberarse de las dictaduras; una reflexión cuidadosa y una planificación estratégica muy meticulosa son indispensables para lograr la liberación, y se necesitará vigilancia, mucho trabajo arduo y una lucha disciplinada a veces a un precio muy alto…”

“Ninguna fuerza externa vendrá a darle al pueblo la libertad que tanto anhela. La gente tendrá que aprender cómo conseguir esa libertad por sí misma. No será fácil.”

Cualquiera que haya vivido en Venezuela en lo que va de dictadura – o tiranía – chavista, pensaría que al Dr. Sharp se le contrató para que diseñara un manual de resistencia, específicamente, para eliminar nuestra particular tragedia nacional. Es evidente y claro que no fue así.

Todas las dictaduras, en menor o mayor grado, están cortadas por el mismo patrón y a todas se les puede combatir con estrategias, en mayor o menor grado, similares.

Es una realidad, sin embargo, que la lucha del pueblo venezolano, por recuperar su libertad, no ha comenzado. Al menos no con buen pie. Se va a requerir un sacrificio colectivo para esa lucha, la cual, no necesariamente tiene que ser violenta.

Las enseñanzas del Dr. Sharp han servido para echar a andar movimientos de resistencia no-violenta en varios países del mundo. En el próximo capítulo veremos cómo Chávez ha intentado sacar al Dr. Sharp del panorama venezolano, a través de la intimidación y empleando, para ella, a sus periodistas asalariados dentro y fuera de Venezuela.




Robert Alonso

robertalons.vip@gmail.com http://www.mrr.name/ http://twitter.com/RobAlonso

XXXXXXXXEL MANIFIESTO
XXXXXXDE LA NUEVA LUCHA


XXXXX(“MANIFIESTO DE LA LIBERACIÓN”)

I. EL ÚNICO OBJETIVO

El único objetivo de esta nueva lucha es erradicar de suelo patrio a los regímenes que nos han mancillado la libertad y los más elementales derechos consagrados a la humanidad.

II. EL CAMINO HACIA ESE ÚNICO OBJETIVO

Unir a nuestra sociedad civil en torno a una nueva lucha: la resistencia no-violenta cuyo fin será la sublevación cívica, activa, generalizada y sostenida; la cual, a su vez, busca provocar la insurrección (implosión) militar necesaria para deponer al enemigo apátrida del poder.

III. AL FINALIZAR LA LUCHA

Al finalizar la lucha para defenestrar a los regímenes deslegitimados y traidores, se instalaría en nuestros países un gobierno cívico-militar que pondría orden en la sociedad, haría justicia y sentaría las bases para la redacción de una nueva constitución con la participación de todos las fuerzas vivas democráticas existentes.

IV. CARACTERÍSTICAS DEL ENEMIGO

Debemos comenzar por conocer y entender al enemigo como un ente apátrida y traidor que no conoce fronteras, que desconoce la piedad y que empleará todos los medios disponibles para justificar su único fin: mantenerse firme y eternamente en el poder, en pro de su beneficio personal y el de unos pocos.

Para el enemigo es mantenerse en el poder o morir. No hay otra. Estamos hablando de una muerte física, ya no política. Hugo Chávez, por ejemplo, está consciente de que el día en que él pierda el poder, perderá la vida física porque no podrá mantener la seguridad que hoy le ofrece su régimen. Para el enemigo es seguir “comiendo gallina”, so pena de “morir arponeado”.

Ante tal contrincante no hay tregua. No hay posibilidades de entendimiento... de diálogo ni de esperanzas de eliminarlo por medio de la vía electoral. A un enemigo así hay que sacarlo con fuego: el fuego de la sublevación cívica, activa, generalizada y sostenida que desemboque, irremediablemente, en una insurrección militar.

V. CON QUÉ CUENTA EL TIRANO

El tirano tiene dos grandes recursos: dinero y armamento militar, precisamente con lo que no cuenta la sociedad civil. Para nosotros, el enemigo es invencible en el campo militar, en el campo de la violencia. La violencia le es de su absoluto monopolio, su mayor aliado, de ahí la necesidad de luchar en un plano diferente, donde él no cuente con recurso alguno.

El enemigo, además, tiene el apoyo incondicional de la llamada “comunidad internacional”, porque allá afuera se es alérgico a los cambios radicales que pudieran poner en peligro a sus propios intereses. Por ejemplo, una desestabilización sostenida del régimen actual en Venezuela, desestabilizaría el mercado energético a nivel mundial, lo que traería un instantáneo dolor de cabeza en los ámbitos políticos y económicos en los países industrializados del llamado “Primer Mundo”.

Para eliminar ese apoyo incondicional del cual hoy son acreedores estos regímenes, debemos afectar – sostenidamente – los intereses internacionales y para eso, la mejor manera es “embasurando” al país oprimido mediante una paralización total, absoluta y sostenida... a través de la sublevación cívica no violenta. Un verdadero, efectivo y sostenido PARO GENERAL.

Una vez que la “comunidad internacional” entienda que el desbarajuste se mantendrá indefinidamente en el país convulsionado mientras las existentes autoridades estén frente al poder y que la sociedad civil de ese país no tiene la más mínima intención de amainar la resistencia, otro gallo le comenzará a cantar al régimen y esa “comunidad internacional” cambiará inmediatamente de bando, colocándose del lado de la inminentemente nueva opción de poder, es decir: del lado del pueblo sublevado.

VI. CON QUÉ NO CUENTA EL TIRANO

El enemigo no cuenta con el apoyo incondicional de la inmensa mayoría del pueblo, así parezca lo contrario en regímenes en los cuales se ha implantado el terror como un método de “seguridad ciudadana” y existe una doble moral, donde cada quien lleva puesta una careta. Una vez que ese pueblo mayoritario explote de manera generalizada y sostenida, no habrá forma de controlarlo. Los tiranos lo saben y le temen a las sublevaciones.

Precisamente, la carencia del enemigo es nuestra mayor herramienta. Nosotros contamos con ese pueblo mayoritario: ¡nuestro gran ejército! Es a ese pueblo a quien debemos comprometer en la lucha de resistencia no-violenta.

Si bien el enemigo cuenta, por ahora, con el apoyo internacional, ese apoyo es efímero y se disolverá de inmediato al entender - la “comunidad internacional” - que el pueblo está decidido a cambiar de autoridades y a defenestrar a la tiranía.

Será la “comunidad internacional”, entonces, un valioso aliado que hará su parte para presionar al tirano a que abandone el poder para buscar con ello la estabilidad regional y, en casos como Venezuela: la estabilidad energética mundial.

Pero no nos engañemos. El régimen puede perder absolutamente todo el apoyo del pueblo, que si éste no se subleva es como si ese apoyo no lo hubiera perdido. La historia está llena de ejemplos de países subyugados por odiosas tiranías y las mismas se mantuvieron por décadas en el poder a través del terror, porque sus pueblos jamás fueron inducidos a la sublevación y equivocaron sus métodos de lucha... hasta un día.

VII. CUÁL ES NUESTRO RETO INMEDIATO

Nuestro reto inmediato debe de ser cohesionar a la sociedad civil en un ente compacto y dispuesto a seguir las instrucciones dentro de una estrategia YA PROBADA de lucha, que obedece a la modalidad de la resistencia no-violenta.

Debemos comprometer a ese pueblo opositor a que se una a la resistencia de una manera activa, participativa y decidida.

El primer paso es el de educar a la sociedad civil a sublevarse de manera activa, generalizada y sostenida, donde se logre el ÚNICO OBJETIVO de derrocar la tiranía con el menor trauma posible. Cada gota de sangre de nuestros hermanos es parte del tesoro nacional. Debemos preservar cada gota de nuestra sangre para la reconstrucción del país.

No es fácil educar a todo pueblo, sin embargo, nuestras instrucciones son sencillas, como veremos más adelante. El enemigo puede enterarse de esta estrategia sin mayores peligros para la sociedad civil, ya que las tiranías no cuentan con los recursos para combatirla. Además, los regímenes totalitarios, a estas alturas, conocen muy bien qué les viene encima cuando un pueblo se une en torno a la resistencia no-violenta.

Los regímenes harán todo lo posible – e imposible – para evitar que un movimiento de resistencia no-violenta tome fuerza, pero cuando vean que el intento es fallido y la sociedad está decidida a organizarse en un solo bloque, comenzarán a “pedir cacao”... a intentar diálogos de “entendimiento”. Al final empezarán a derrumbarse y a perder afectos dentro de sus cuadros internos, tanto políticos como militares. Esa es la experiencia histórica que los tiranos todos conocen y toman muy en cuenta. Hemos oído, por ejemplo, por la boca del propio Hugo Chávez, el daño que las estrategias de resistencia no-violenta les han causado a grandes tiranos de la historia contemporánea y así lo ha relatado en cadena, asombrosamente y a modo de queja, el tirano venezolano.

VIII. TOMEMOS LA OFENSIVA

Hasta ahora los regímenes totalitarios han sido exitosos en tomar y mantener la ofensiva. Por ejemplo, Chávez planifica todas las semanas la agenda de la oposición venezolana en su espacio mediático (radio y televisión) “Aló Presidente”, al anunciar una “bomba” cada domingo. Eso genera una reacción DEFENSIVA de la oposición y así la entretiene durante siete días, hasta el próximo programa... o nuevo escándalo.

Es necesario que los medios de comunicación reseñen las noticias que genera el “oficialismo” de manera casual, pero que nuestros comunicadores no se hagan eco de ellas. Al contrario, pongamos al régimen a comentar las nuestras.

IX. RETÉMOSLE E IGNORÉMOSLE

La verdadera resistencia es un constante retar al régimen. No debe pasar un día en el cual no lo retemos.

La sociedad civil puede organizar eventos - a modo de “tareas” – que reten al régimen. Estos eventos deben de ser ingenuos y absolutamente legales. Por ejemplo, se puede organizar una jornada de varias horas donde todo el pueblo opositor salga al frente de sus respectivas viviendas y, sin obstaculizar el tránsito, rezar el rosario. Todo un pueblo unido rezando el rosario... MOSTRANDO SU RECHAZO AL RÉGIMEN.

Otra “tarea” para retar al régimen podría ser ponerse todos de acuerdo e ir a visitar a un connotado preso político. En ninguno de estos casos habrá necesidad de solicitar permiso para manifestar. No se trata de una marcha organizada.

Claro está que ese reto establecerá un dinamismo que se irá evaluando sobre la marcha, porque no sabemos cuál será la exacta reacción del régimen ni podemos calcular su nivel o intensidad en el campo de la represión.

Al mismo tiempo en que retamos al régimen, lo ignoramos. Debemos pretender que no existe. De hecho: ¡no existe! En Venezuela se levanta el edificio donde una vez funcionó el Congreso Nacional, pero quienes se reúnen hoy en su inmueble, que ahora mientan “asamblea” (como en Cuba), no tienen legitimidad. No los podemos re-legitimar tomándolos en cuenta para nada. Son fantasmas. Uno no se sienta a hablar con fantasmas a menos que se trate de una sesión espiritista. Tomar en cuenta al régimen y a sus acólitos es hacerles el juego y caer en el campo donde ellos se sienten a sus anchas.

No debemos pedirles absolutamente nada a las entidades del régimen. No hay que introducir nada ante la Fiscalía General ni acudir al Tribunal Supremo de Justicia para nada. Esos organismos, al igual que el Congreso, son cascos vacíos usurpados por fantasmas temporales. Por supuesto que no acudiremos a municipio alguno para solicitar permiso para marchar por el territorio nacional.

Sentarse en la mesa de negociaciones con los fantasmas... pretender que modifiquen sus dictámenes, votar en elecciones en contra de ellos (aunque en ocasiones nos dejen “ganar”, como el gato deja que el ratón “se escape” antes de matarlo y comérselo), es perder el tiempo, legitimarlos y retrasar nuestra lucha de resistencia, porque la distorsionamos. En la resistencia se resiste, no se dialoga ni se participa... ¡tampoco se vota! Retamos e ignoramos al régimen día-a-día.

En una lucha de resistencia no acudimos a las citaciones que nos hacen los fiscales ni los tribunales fantasmas. Tampoco pedimos la libertad de nuestros presos. No hablamos con fantasmas.

Esto, como es lógico, supone un gran sacrificio, pero ¿qué lucha no es sacrificada? Es eso, o perderlo todo, incluyendo nuestra dignidad como pueblo. De todas maneras, si no resistimos adecuadamente, terminaremos perdiéndolo todo: ¡la Patria incluida!

X. EL DÍA D

Toda esta lucha de resistencia no-violenta tiene como finalidad llevar al país nacional al “Día D”. El día en que la sociedad civil se sublevará de manera activa, generalizada y sostenida en contra de aquellos regímenes tiránicos. Se habrán acabado las tareas ingenuas y habrá llegado el momento de la verdad.

SUBLEVACIÓN ACTIVAPorque cada quien participará activamente en la sublevación.

SUBLEVACIÓN GENERALIZADAPorque tenemos que sublevarnos a lo largo y ancho del país. En cada urbanización o barrio. En cada ciudad, en cada pueblo: ¡EN CADA CALLE! Esa sublevación generalizada debe de ser al unísono, es decir: todos a la vez y en todas partes.

SUBLEVACIÓN SOSTENIDAPorque tenemos que mantener la sublevación hasta lograr el único objetivo: sacar del poder al tirano y a sus acólitos.

Hay muchas maneras de sublevaciones cívicas. Las hay violentas y no violentas. Por ejemplo, la sublevación que Hugo Chávez convocó, sin éxito, apenas salió de prisión en marzo de 1994, desde el programa de televisión de José Vicente Rangel, fue una sublevación violenta, al estilo del “Mayo Francés” (de 1968).
Ver el siguiente video:

http://www.mrr.name/VIDEO10.htm

La sublevación que nuestro movimiento de resistencia sugiere es no-violenta, al estilo de Serbia, de Filipinas y de muchas otras no-violentas que han dado resultados positivos e incruentos.

Las sublevaciones de Francia, Serbia y Filipinas cumplieron con sus respectivos objetivos, sin embargo, nosotros preferimos la estrategia de la no-violencia por ser la más factible de realizar, la más efectiva, la menos traumática… y la más segura.

La histórica sublevación violenta del “Mayo Francés” fue contra el gobierno democrático del General Charles De Gaulle.

Las no-violentas mencionadas arriba, fueron en contra de dos sanguinarios y genocidas tiranos: Ferdinand Marcos (en Filipinas) y Slodoban Milosevic (en Serbia).

La sublevación en sí es una vía. Es la última “batalla” antes de lograr los objetivos planteados. En el caso de sacar del poder a un tirano, la sublevación cívica debe culminar con la IMPLOSIÓN (o insurrección) militar. Para entonces ya las condiciones estarán lo suficientemente “maduras” como para evitar escenarios de mayores violencias entre militares.

Dentro de esa sublevación no-violenta está la modalidad de “La Guarimba”, la cual hemos venido promoviendo en Venezuela durante muchos años y, en cierto modo, se aplicó entre los días 27 de febrero y 5 de marzo de 2004 con un éxito total, a pesar de no haberse llevado a cabo debidamente porque muchos no observaron las tres reglas doradas (e inviolables) de “La Guarimba”.

“La Guarimba” en Venezuela pudo haber depuesto al régimen en una semana, de no haber sido por la traición de un sector de los líderes “opositores” que pactaron con Hugo Chávez cuando la verdadera oposición popular iba ganando. Uno no se sienta a dialogar cuando tiene a la vista la victoria. La rendición del enemigo debe ser INCONDICIONAL.

XI. NUESTRO MAYOR RETO

El mayor reto de toda sociedad civil que pretenda lograr su libertad a través de la sublevación cívica, activa, generalizada y sostenida es de carácter comunicacional. Es imperativo enseñarle a todo un pueblo la manera más expedita, correcta y SEGURA de sublevarse sin exacerbar la violencia.

Ojo: No hay que confundir pacifismo con no-violencia. El pacifismo es una forma de vida. La no-violencia es una estrategia de lucha. El 99.99% del pueblo sublevado debe evitar la violencia por razones tácticas más que por convicción moral. La violencia funciona a favor del régimen. Transmitir por TV escenas de muertos en las calles podría desmantelar la sublevación cívica tan pronto como ésta arranca. Es por eso tremendamente importante NO DESPLAZARSE más allá del frente de nuestras viviendas (de nuestras “guarimbas”). De hecho, no es necesario estar en las calles durante “La Guarimba”. Solo necesitamos asegurarnos que nuestras barricadas, frente a nuestras viviendas, estén trancando la vía. Sólo saldremos de nuestras casas para repotenciar aquellas barricadas que ameriten ser repotenciadas.

Decíamos que nuestro mayor reto es, sin duda alguna, de carácter comunicacional. El pueblo debe saber cuál es la manera exacta de aplicar “La Guarimba” dentro de una sublevación cívica, activa, generalizada y sostenida.

Habremos logrado vencer la barrera de esa dificultad comunicacional mediante la creación de “CELULAS DE RESISTENCIA”.

En biología, la célula es la unidad esencial que forma a todo ser vivo. Es además la estructura anatómica y funcional fundamental de la materia viva, capaz de vivir independientemente como entidad unicelular, o bien, formar parte de una organización mayor, como un organismo pluricelular. Nada hace el régimen con desmantelar UNA célula de resistencia, porque ella forma parte de un todo organismo pluricelular que está representado por millones de ciudadanos quienes no se conocen entre sí. Cada “célula de resistencia” consta de cinco “núcleos” o individuos. Cada individuo solamente conoce y se comunica con otros cinco. En otras palabras: es MATERIALMENTE IMPOSIBLE desmantelar un sistema u organismo pluricelular.

Estas células de resistencia servirán para divulgar la manera correcta y segura de sublevarnos, además: conformarán la más perfecta red de comunicación del sistema pluricelular de resistencia. A través de las células de resistencia nos iremos comunicando como hacen los africanos en la selva con sus tambores. En cuestión de horas podremos comunicar una información a millones de ciudadanos… y si se nos caen los medios de comunicación, como la telefonía o la red de la Internet, podremos comunicarnos boca-a boca, cara-a-cara, porque un individuo, dentro de esa compleja red pluricelular, solamente tiene la responsabilidad de contactar a los miembros de la célula de resistencia que él o ella creó, es decir: A CINCO PERSONAS, no más.

Cada uno de nosotros debe convertirse en “PRECURSOR DE LA LIBERTAD” creando nuestra propia célula de resistencia, es decir, invitando a nuestra casa a CINCO personas. No serán SEIS o más… ni serán CUATRO o menos: SERÁN CINCO PERSONAS NADA MÁS. Necesitamos mantener cada célula lo más manejable posible y si consta de muchos “núcleos” (individuos), se nos hará más difícil contactar a cada uno de ellos en el momento crítico. Recuerden: CINCO PERSONAS NADA MÁS.

Una vez en la reunión, leeremos este manifiesto. Cada invitado se alternará en la lectura de cada párrafo, así se mantendrán atentos y nos aseguraremos de que cada quien haya entendido su contenido.

Leyendo este manifiesto aprenderán la manera más adecuada y segura de implementar “La Guarimba”, es decir:

* Trancando los metros cuadrados de
calle que están FRENTE a nuestras viviendas…

* No desplazándonos más allá del frente
de nuestras viviendas…

* No confrontando con el enemigo…

Así de sencillo Y DE SEGURO es el asunto para el 99.9% de la población sublevada. Habrá “otros” que harán “otras cosas” pero “esas cosas” no las sabrá el régimen hasta que llegue el momento, razón por la cual es IMPERATIVO que el 99.9% de la población NO SE DESPLACE, pues podría ser muy perjudicial para aquel que decida hacerlo.

Sin embargo, habrá que explicar un poco más porque la mayoría de los seres humanos gusta de ponerse barreras. Siempre habrá aquel que pregunte: ¿y qué ganamos trancando las calles? Siempre habrá alguien que tiene un “plan” mejor. Jamás se han enfrentado a una tiranía castro-estalinista, pero pretenden tener la “solución” al trauma colectivo. Al final, son esos los primeros que no participan de una manera o de otra.

La sublevación cívica, activa, generalizada y sostenida ha sido ampliamente probada en otros países. Habrá quien diga: “sí… eso habrá sido en Serbia, pero aquí no somos serbios”. En fin. Siempre habrá quien guste de ponerse barreras. Dejemos que sea el enemigo quien nos ponga las barreras, no seamos nosotros mismos quienes nos auto-limitemos.

XII. SU FUNCIÓN CÍVICA Y ACTIVA

Es importante, pues, explicar – entre otras cosas – cuál es la función cívica y activa de “La Guarimba”, como una modalidad de sublevación.

La única función cívica y activa de “La Guarimba” es la de paralizar al país de una manera generalizada y sostenida, logrando un VERDADERO PARO GENERAL: ¡un verdadero paro general!

Eso solo es suficiente como para defenestrar al más obstinado tirano, sobre todo, porque al pasar los días se tiene que buscar una solución y al no haber otra que cambiar los factores de poder, lo único que quedaría sería la insurrección militar presionada internamente por millones de ciudadanos sublevados y externamente por la llamada “comunidad internacional”. Así ha funcionado siempre. El régimen perderá el apoyo interno, el de sus militares, acólitos y/o policías. Así las cosas, la única vía factible sería el abandono del poder.

Eso le sucedió a Milosevic… a Marcos, a Batista, a Aristide, a Fujimori, a Pérez Jiménez, a Ceaucescu en Rumania y a Erich Honecker en la Alemania Oriental, entre muchos otros tiranos que fueron depuestos tras una presión popular de mayor o menor grado de violencia.

“La Guarimba” es una de tantas maneras de provocar esa necesaria presión interna y externa para que los tiranos abandonen el poder. Es, además, la manera más segura y expedita, si la hacemos correctamente.

La mayor parte del pueblo solamente tiene que comprometerse a trancar el pedacito de calle que está frente a su casa, a no alejarse más allá del frente de su vivienda y a no confrontar con el enemigo. Quedarse dentro de su hogar (de su refugio o “guarimba”) es lo mejor… de ahí el nombre de esta estrategia ya que “guarimba” significa, en uno de los dialectos caribes: refugio. En esta estrategia de “LA GUARIMBA”, el elemento más importante es el refugio de los participantes, la “guarimba” de los participantes. Es entendible el por qué no debemos desplazarnos más allá del frente de nuestras “guarimbas”, de nuestros “refugios”. Al menor indicio de peligro, nos retiramos “estratégicamente” a la seguridad de nuestras “guarimbas”, de nuestros “refugios”: de nuestras viviendas.

XIII. LOS “PEONES CIRCUNSTANCIALES”

Todo régimen sobrevive con la necesaria ayuda de los “peones circunstanciales”. Estos son aquellos que conforman, por motivos circunstanciales, las fuerzas armadas y los organismos policíacos de represión o prevención. Estos “peones” (soldados y policías) cambian de bando con las circunstancias. Al cambiar el gobierno, cambian de bando.

Debemos captar a los “peones circunstanciales” del régimen para que nos ayuden a modificarle, para bien, el destino al país. Además, los “peones circunstanciales” podrían salvar cientos de vidas de nuestros aliados al momento de una sublevación.
Es muy fácil hablar con “ellos”… con los “peones circunstanciales”. Muchos de los “núcleos” de las células de resistencia conocen a un “peón”… o son familia de uno de ellos. Hay que pedirles que llegado el momento, disparen por encima de nuestras cabezas, con todo lo que eso significa. A esos “peones” hay que irlos ablandando. Todos ellos tienen familia y muchos familiares de los “peones”, están del lado de la patria, no del régimen y formarán parte de nuestras células de resistencia.

XIV. LAS “CONDICIONES OBJETIVAS”

La situación momentánea de un determinado país es evaluada por las condiciones subjetivas y/u objetivas. Ambas condiciones son tremendamente cambiantes... dinámicas.

CONDICIONES SUBJETIVASSon aquellas condiciones que CREEMOS existentes en un determinado país en un momento específico en el tiempo. Las condiciones subjetivas NO SON precisamente las reales: son las que un grupo pudiera creer existentes. Por ejemplo, nuestros líderes de la resistencia pudieran pensar que están dadas las condiciones para convocar a la sublevación, cuando, en realidad, no es así... en cuyo caso, el llamado a la sublevación podría fracasar.

CONDICIONES OBJETIVAS - Son las reales. Las existentes. Cuando la marcha del 11 de abril de 2002 en Venezuela, estaban dadas las condiciones objetivas para una sublevación. Lo mismo sucedió en la tarde del 27 de febrero de 2004, cuando se prendió “La Guarimba”.

Oigan bien: es un requerimiento imprescindible que estén dadas las “condiciones objetivas” (las verdaderas) para llamar al pueblo a la sublevación o para que el pueblo se subleve de manera espontánea. Habrá que esperar el momento adecuado y mientras tanto, nos vamos preparando con “tareas”, retando al régimen e ignorándolo en todos los sentidos, pero – sobre todo – divulgando, a través de las células de resistencia el mensaje de sublevación y las instrucciones de cómo sublevarnos de una manera adecuada y segura. No se puede PROGRAMAR una sublevación. Aquel líder que convoque la sublevación a distancia, es decir, dentro de un mes o más… que “planifique” la sublevación, es – seguramente – un traidor cuya misión es la de EVITAR la sublevación y fomentar la depresión colectiva. Lo mismo podemos decir de aquellos líderes que llamen al DESPLAZAMIENTO de la población. LO ÚNICO que están buscando son unos muertos, para “matar” también la opción de la verdadera y efectiva sublevación.

XV. ¿Y DESPUÉS QUÉ?

Una pregunta muy válida es qué sucederá en el país después del derrocamiento de la tiranía. ¿Quién tomará el control del país?

Esa es una pregunta imposible de responder. Puede que se monte un “gorila” con intenciones muchísimo más malsanas que las que tenía el tirano depuesto, lo cual sería difícil... pero no imposible. ¿Qué haríamos entonces? Lo mismo que hicimos para sacar al tirano anterior, sólo que esta vez se nos hará infinitamente más fácil porque ya sabremos cómo sublevarnos y el poder de la sublevación en manos de la sociedad civil.

Sin embargo, no se nos ocurre un sistema más funesto, cruel, aberrante y satánico que el Castro-Estalinismo, así que nada podría ser peor.

XVI. ¿CÓMO COMENZAR UNA CÉLULA DE RESISTENCIA?

La etapa más sencilla – Y LA MÁS IMPORTANTE – de toda sublevación cívica es la creación de UNA “célula de resistencia”: de la primera. He aquí cómo se logra paso por- paso:

PRIMERODebemos imprimir SEIS copias del “Manifiesto de La Liberación”, este manifiesto que estamos leyendo en estos momentos, que también puede ser bajado y copiado en la siguiente dirección cibernética:

http://www.mrr.name/manifiesto.pdf

SEGUNDODebemos invitar a nuestra casa a CINCO amigos, familiares o compañeros de trabajo que estén del lado de la Patria. Sería perfecto que estos individuos no se conocieran entre sí y que no trabaran amistad de ahí en adelante. No presenten a los invitados, ni divulguen sus nombres entre ellos… en el caso de que no se conozcan, claro.

TERCEROEn la reunión cada participante debe turnarse para leer un párrafo de este manifiesto, cuya copia habrá recibido al comienzo de la reunión. Si hubiese acceso a la Internet, sería bueno revisar nuestro sitio en la red.

http://www.mrr.name/celula.htm

CUARTOCada participante debe COMPROMETERSE a crear una célula de resistencia de la misma manera.

QUINTODebemos velar porque nuestros CINCO “núcleos” hayan cumplido la misión de crear una nueva “célula” cada uno.

SEXTODebemos estar pendientes de revisar constantemente nuestro sitio en la web, donde estaremos impartiendo información importante. ¡EN MENOS DE UN MES HABREMOS CONTACTADO A CASI 10 MILLONES DE HERMANOS!